¿Eres primerizo en la vida freelance? o ¿ya llevas tiempo con esto pero la relación con tus clientes no es la mejor del mundo?

No te preocupes, hay buenas noticias. BaseKit elaboró una sencilla lista con 10 derechos básicos con el que todo freelance cuenta a la hora de realizar cualquier trabajo o proyecto.

  • Contar con un brief claro y conciso

Los clientes son expertos en pedir cambios conforme el proyecto va avanzando. Por esta razón, es muy importante que antes de empezar cualquier proyecto se establezca por escrito todos aquellos requisitos, alcance, actividades, costos y fechas en las que se llevará a cabo el trabajo. Así mismo, este documento deberá ser aceptado y firmado por ambas partes, con el objetivo de tener las cosas claras y mantener las relaciones largas.

  • Pedir un anticipo

A nadie nos gusta cobrar, pero es algo que debemos hacer si queremos sobrevivir. El anticipo es una garantía, tanto para ti -ya que no trabajarás gratis-, como para tu cliente -quien deberá recibir el proyecto terminado-.

  • Exigir fechas límites para recibir el contenido

El contenido es la parte primordial de todo proyecto, pues es el que da la guía para empezar a crear y ejecutar todas las actividades. Al momento de hacer la cotización o contrato, establece un tiempo límite para recibir el contenido y especifica que se empezará a trabajar una vez que el contenido y material sea entregado por parte del cliente. No lo olvides.

  • Tener un horario fijo de trabajo y que se paguen las horas extras

Ser trabajador independiente es tan válido como ser asalariado. Tienes derecho a tener un horario de trabajo, así como derecho a tener vida social. Indica a tus clientes cuáles son tus horarios y en caso de que un proyecto sea súper urgente o un bomberazo, cóbralo como tal. Recuerda que tu tiempo cuesta, ¡valóralo! porque sino lo haces tú, ¿quién? 

  • Cobrar aunque el proyecto sea cancelado

La importancia del anticipo del punto anterior aplica también para estos casos. Hay veces que los proyectos se cancelan por x o y razón. Establece en el contrato una cláusula que mencione que si el proyecto se cancela por cualquier motivo, se paguen las jornadas trabajadas, así como los gastos que se implicaron para su realización.

  • Cotizar gastos laborales y de viaje

Si el proyecto en el que trabajarás incluye realizar viajes y/o gastos extras, contémplalos en la cotización o especifica que se cobrarán aparte, pero tómalos en cuenta. El objetivo de esto es que no salgas perdiendo por no haberlos contemplado desde el inicio y los pongas de tu bolsillo.

  • Limitar el uso de revisiones y cambios

Como mencioné en el primer punto, los clientes son creativos y hacen cambios a su antojo y medida. Indica cuáles serán los límites para las revisiones y cambios, y en caso de que requiera adicionales a lo establecido, ¡por su puesto que se pueden hacer!, pero claro, todo cambio extra causa honorarios.

  • Contar las reuniones como horas de trabajo

Las juntas con los clientes están contempladas dentro de tu jornada laboral, así que no tengas el síndrome de juntitis, porque además de que es un indicador de mala comunicación y organización con el cliente, consumen tiempo que bien podrías utilizarlo en trabajar en el proyecto. Haz reuniones productivas, eficientes y claras. Lleva un checklist contigo para que no olvides ningún punto y todo sea aclarado y concretado en esa reunión.

  • Elegir cuando un trabajo no se cobrará

De vez en cuando recibirás propuestas para hacer trabajos gratis (es una buena señal porque demuestra que les gusta tu trabajo). Sin embargo, en ocasiones estas propuestas serán abusos. Así que usa tu criterio y no tengas miedo a decir no. Puedes hacer un trabajo sin cobrar, por ejemplo, a una Asociación Civil o alguna causa benéfica, así como las invitaciones de cumpleaños de tu sobrino. No lo tomes como una pérdida, más bien, como una inversión en publicidad.

  • Tener una estrecha relación con tu computadora más que con cualquier ser vivo

Tu computadora, así como todos tus gadgets que usas para realizar proyectos, son tus recursos más preciados, porque con ellos generas ingresos. Así que al menos que no te cases con algún magnate de la lista de Forbes, no tienes derecho a cuidar otra cosa más que tus fabulosos recursos de trabajo ♥.

A partir de ahora, ten muy presente estos derechos porque te pertenecen. 

Disfruta lo que te gusta hacer y no sufras.

Photo by Sean Kowal on Unsplash

6 revisiones